“Abre esta exposición la «Lady Tenerife», de Martín Chirino, en hierro pintado de rojo, del año 1972, que se levanta en la plaza del Colegio por encargo especial para la inauguración de su nuevo edificio. Su perfección lineal, acusada en un fondo de montaña, constituye el más acabado aporte y la presencia magistral de un gran escultor. La «Lady» viene a ser la gran maternidad de este conjunto.”
Westerdahl, E. (1973). La 1ª Exposición Internacional de Escultura en la calle, en Santa Cruz de Tenerife. Quaderns d’arquitectura i urbanisme, ISSN 1133-8857, Nº. 99. Número dedicado a los parques naturales, 47-50.
“Terminaba el año 1972 cuando, por fin, pudimos ver finalizada la construcción del edificio sede del Colegio de Arquitectos de Canarias en la Rambla del general Franco de Santa Cruz de Tenerife, a cuya dirección de obras habíamos dedicado mucho tiempo y no menos entusiasmo.
En el proyecto se resolvía el acceso principal al edificio a través de una plaza lateral, en la que habíamos previsto emplazar una escultura que ayudase a conformar el espacio, al tiempo que colaborase con su significación. Con este propósito entablamos contacto con el escultor canario Martín Chirino, con quien mantuvimos una comunicación de pleno entendimiento, cimentada, sin duda, en nuestros muchos años de sólida y verdadera amistad. El emplazamiento y las características de la escultura se decidieron en pocos días, estudiando juntos el espacio disponible y su entorno. Era la primera vez que se planteaba en Tenerife la incorporación de una escultura abstracta y no conmemorativa a un espacio público de la ciudad.
La apuesta por introducir una pieza de arte contemporáneo en el paisaje urbano de una ciudad tan tradicional como Santa Cruz de Tenerife era arriesgada, especialmente si consideramos el color rojo intenso de la que desde entonces llevaría el nombre de Lady Tenerife y que destacaba en un fondo de colores grises y neutros. Sin embargo, la súbita y magnífica acogida del público y el mismo paso del tiempo han confirmado el éxito de aquella decisión. Desde entonces, la Plaza del arquitecto Sartoris es un ejemplo claro de convivencia entre edificio, escultura y entorno urbano.”
Saavedra Martínez, V. (1996). Historia de un acontecimiento. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 11-24). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6
“Y como broche final de esta nómina, la voz bien timbrada, dinámica y monumental de Martin Chirino (Las Palmas, 1925), que a la vez constituyó el inicio y la proclama de la Exposición Internacional: la Lady Tenerife, de un año antes de la muestra (1972), en hierro pintado, que sigue siendo al transcurrir de los años la más grandiosa, vigorosa y expresiva concepción del autor, con ímpetu que se enfrenta con garra a la misma grandeza ciclópea de Henry Moore y augura un lenguaje de enérgica torsión abstracta que extrae del hierro un vigor y a la vez una sumisión inigualables, en la línea de los grandes rejeros españoles del Renacimiento, o de Julio González y el propio Picasso.”
Hernández Perera, J. (1996). Dos décadas de Esculturas en la Calle. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 25-54). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6
“Pero, por el contrario, el Colegio se planteó como debe hacerlo una institución que tiene la obligación de servir como ejemplo, y así cuidó sus materiales -hormigón, madera noble, balconadas, cuadros, tecnología nueva- y la propia ubicación, dejando en su lateral una gran plaza pública que suponía una aportación insólita, gratuita, abierta, a una ciudad que hasta entonces había rellenado con descaro y con cicatería todos sus recovecos. Y como emblema central, la Lady de Martín Chirino, una escultura atrevida y noble frente a la cordillera parda del barranco, roja como el tiempo, suave, una figura reclinada y hermosa sobre el cemento de la plaza. Fue un homenaje al aire y el aire en sí mismo, la ciudad dotándose de un nuevo espacio ejemplar.”
Cruz Ruiz, J. (1996). La simetría de las cebollas. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 55-64). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6
“su compañero en El Paso y amigo, Martin Chirino (n. 1925), incorporaba una de las más bellas obras de su mano, el rico ritmo de su Lady Tenerife (1972) que se recortaba en explosión roja sobre el paisaje arriscado.”
Pérez Reyes, C. (1996). Reflexión sobre lo visto y lo vivido. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 65-76). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6
“La plazoleta, por su parte, surgió del expreso deseo de abrir una ventana a las Ramblas con el fin de incorporar a ellas el paisaje de montañas que quedaba oculto tras el continuo de fachadas. Para ello, aprovechando las condiciones del solar, parte del edificio se ocultó en distintos subniveles por debajo de la plaza, mientras que el cuerpo emergente de fachada se desplazó hacia uno de sus costados.
En cuanto a la escultura, su realización se encargó a Martin Chirino, uno de los escultores canarios más notables del momento.
Fue precisamente esta pieza, una sinuosa y recostada Lady Tenerife en hierro pintado, la mayor de toda la serie que el autor agrupara bajo la denominación de Ladies, la causante de que la Comisión de Cultura del Colegio de Arquitectos lanzara la idea de inundar las ramblas y el parque de la ciudad con una exposición de esculturas de vanguardia. La iniciativa pronto encontró acogida en instituciones de carácter público y privado ligadas a la vida ciudadana”
Fernández Lomana, M.A. (1996). De la conmemoración al homenaje. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 87-108). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6