Fotos: Carlos A. Schwartz – Efraín Pintos

Mujer sentada nº 2

Autor
Julio González
Edición
I Exposición (1973-74)
Año
1935-37
Estado
Cedida en préstamo por el Museo de Arte Moderno de Barcelona, se devolvió tras la Exposición
Material
Bronce

“El Museo de Arte Moderno, de Barcelona, está presente con la «Mujer sentada, n.º 2», bronce de Julio González de 1935-37. Se trata de una copia de un original en hierro. En esta pequeña obra se observa, en reducción, el carácter monumental de su obra y la influencia que ha tenido sobre la escultura con­temporánea.”

Westerdahl, E. (1973). La 1ª Exposición Internacional de Escultura en la calle, en Santa Cruz de Tenerife. Quaderns d’arquitectura i urbanisme, ISSN 1133-8857, Nº. 99. Número dedicado a los parques naturales, 47-50.

“Se hace obligado por último una valoración de las piezas expuestas, más allá de las consideraciones de su conjunta presentación, ya histórica. Los ordeno en atención a la fecha de nacimiento de los artistas, ya que, salvo circunstancias inusuales, marcan su protagonismo plástico.
Los de mayor antigüedad eran Julio González (n. 1876) y Pablo Gargallo (n. 1881), crecidos ambos en el riquísimo caldo de cultivo de la Cataluña modernista primero y noucentista luego. Del primero veíamos una Mujer sentada n°2 (1935-37) bien representativa de la investigación férrica y formal por él desarrollada tras el relanzamiento plástico que significó su relación con Picasso al final de la década de los veinte”

Pérez Reyes, C. (1996). Reflexión sobre lo visto y lo vivido. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 65-76). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6

“Del Museo de Arte Moderno de Barcelona se recibió en préstamo Mujer sentada No 2, una copia en bronce del original en hierro que realizara Julio González entre 1935-37. Hablar de González es hablar del ambiente que se respiraba en el París de entreguerras; es hablar en cierto modo de Modigliani y Brancusi, con quienes le unía una sincera amistad; es hablar de Picasso y de su estrecha y fecunda colaboración durante los años treinta; es hablar de Torres García, que le llevó a tomar contacto, en 1929, con el grupo Cercle et Carré, donde conoció a Vantongerloo, Mondrian, Leger, Arp…; es hablar de una nueva edad del hierro para la escultura que comienza tras su aprendizaje en la técnica de la soldadura autógena, la única que le faltaba para llegar a ser el más diestro escultor de metales; es, en definitiva, hablar de uno de los más grandes escultores del siglo XX y de toda la historia, cuya huella y aportaciones han nutrido a varias generaciones de artistas, desde el norteamericano David Smith hasta los grandes forjarios españoles como Chillida, Chirino o Pepe Abad.”

Fernández Lomana, M.A. (1996). De la conmemoración al homenaje. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 87-108). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6