“Esta dramática se encuentra en la obra de José Abad, en hierro pintado de rojo, fechada en 1973. Este escultor ha ordenado la chatarra de un avión siniestrado, dentro de una construcción geométrica a manera de caja abierta. Ha regresado en cierto modo a su período inicial del objeto encontrado, pero esta vez con la diferencia de incluir unas ordenadas mondrianescas. Esta escultura monumental tiene algo de patíbulo o de máquina infernal. Hasta las cadenas que cuelgan pudieran ser cuerdas de sangre. Pero sometida a una estructura, a un rigor geométrico, la obra cobra un carácter abstracto de máquina gratuita y fantástica.”
Westerdahl, E. (1973). La 1ª Exposición Internacional de Escultura en la calle, en Santa Cruz de Tenerife. Quaderns d’arquitectura i urbanisme, ISSN 1133-8857, Nº. 99. Número dedicado a los parques naturales, 47-50.
“También la jaula prismática en que encierra su increíble e imposible máquina en suspensión el tinerfeño José Abad (La Laguna, 1942) plantea por su parte otra significación del destino de la plástica que denuncia los detritos que la actividad industrial tecnológica provoca diariamente de modo implacable.”
Hernández Perera, J. (1996). Dos décadas de Esculturas en la Calle. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 25-54). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6
“y nuestro José Abad (n. 1942) que, sensible a diversas instancias e influjos, sabía darle siempre una interpretación personal, y que en aquella ocasión recurría al desecho industrial inserto en rígida estructura ortogonal”
Pérez Reyes, C. (1996). Reflexión sobre lo visto y lo vivido. En A. Carnero, D. Duque, & C. Schwartz, Iª Exposición Internacional de Escultura en La Calle (págs. 65-76). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. Área de Cultura. ISBN: 84-87340-63-6