Jesús Rafael Soto nace en Ciudad Bolívar, Venezuela, en 1923. Es uno de los principales representantes del arte óptico y cinético. Se forma en Caracas y posteriormente dirige la Escuela de Bellas Artes de Maracaibo hasta 1950, año en el que se traslada a París, donde se ha proyectado internacionalmente. Partiendo de influencias cubistas y constructivistas, a las que hay que añadir la influencia de Vasarely, alcanza su estilo característico, marcado por la preocupación esencial por conseguir la representación visual del movimiento. El paso al arte Cinético tuvo lugar en 1955, cuando Soto empezó a realizar sobreimpresiones de espirales en plexiglás que se superponían en un sentido de profundidad. De estas superposiciones pasó a otras mediante la aplicación de hilos u otros elementos metálicos sobre un fondo de rayas que parecen corroer, y en parte disolver, las formas situadas delante de él. En su aplicación al arte ambiental, este efecto fuerza al espectador a dudar de todas sus reacciones instintivas respecto a un espacio cerrado. En los espacios públicos, sin embargo, es el factor lúdico el que persigue.
Tiene numerosos premios y distinciones: «Premio WoW’ de la Bienal de Sao Paulo, Brasil 1963; «Daniel Bright Bruce» de la Bienal de Venecia 1964; «Gran Premio de la Segunda Bienal Americana de Arte», Córdoba, Argentina 1964; etc. Es doctor Honoris Causa por las Universidades de Oriente, Venezuela (1978); Los Andes, Mérida, Venezuela (1990), y Guayana, Venezuela (1994).
De entre su obra integrada a la arquitectura, cabe destacar «Volumen Suspendido» (Centro Georges Pompidou 1989), “Volumen Virtual Polícromo» (Colonia 1984), «Media Esfera Azul y Verde» (Expo. Sevilla 1992), etc.