Alberto Sánchez Pérez

(Toledo, España, 1895 – Moscú, URSS, 1962)

Su infancia y juventud transcurrieron entre diversos oficios. Sobre 1922-23 conoce en Madrid al pintor uruguayo Rafael Barradas, quien le familiariza con el arte moderno y le anima a participar en la «Exposición de artistas ibéricos» de 1925. Las obras que presentara a dicha exposición le valieron para que las autoridades de Toledo le pasaran una pensión con la que pudo dedicarse plenamente a la escultura. Fundó con Benjamín Palencia la «Escuela de Vallecas» con pretensiones de reivindicar el arte nacional. En plena guerra civil, en 1937, va a París para realizar, en el pabellón español de la Exposición Internacional, su gigantesca escultura (12 m de alto) titulada «El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella». Su nombre apareció allí unido a los del arquitecto José Luis Sert, Picasso, Julio González y Joan Miró. Poco después regresa a Valencia, partiendo luego hacia Moscú como profesor de dibujo en las escuelas donde recibían enseñanza los niños españoles evacuados. «Dejó una estela de admiración y de calor humano en cuantos le conocieron. Pero el balance de su obra (por desaparecida o por distante) ha de quedar, hasta cierto punto, en suspenso, aunque las referencias y las reproducciones permiten afirmar que Alberto fue uno de los mayores creadores del arte moderno español» (V. Aguilera Cerni).